En media noche, tan solo en media noche una persona hizo ver que podías llegar a enamorarte de ella, llegó a hacer que olvidaras las cosas difíciles que pasaban por tu mente en ese momento.Él es a quien quieres abrazar tan fuerte que no quieres soltar jamás, del que quieres escuchar sus carcajadas día si y día también, rozar todos los días sus manos contra las tuyas,apreciar su suave piel, verlo cada mañana a tu lado nada más despertarte, acariciar su cara, perderte en su mirada, recibir de él un abrazo en medio de la madrugada que haga que te despiertes lo mires ahí a tu lado dormido como si fuera un niño grande que te dan mil ganas de achucharlo, escribir notas en el espejo del baño cuando está todo empañado diciéndole algo importante para él y para ti, quieres decirle tantas cosas que no sabes por donde empezar. Lo echas de menos a todas horas sabiendo lo que ello conlleva, un minuto con él te valdría la vida, no te importa nada, dejas de pensar en las trabas que trae todo, la distancia que se presenta entre vosotros.
En el momento en el que lo viste clavaste tus ojos en él, "este chico va a ser mio" y así fue, de cierto modo, pasaron unas horas y lo conseguiste, como pudiste, pero lo conseguiste. Aunque quede mucho por vivir, por compartir, por experimentar lo mejor es que es algo de vosotros dos.
Todos tienen su propio destino, pero no todos deciden seguirlo.La cosa más insignificante puede cambiarte la vida. En un abrir y cerrar de ojos, cuando menos te lo esperas, ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado, rumbo a un futuro jamás imaginado.
Los momentos clave son los que marcan el compás de nuestra vida. Estos momentos hacen que se produzca un antes y un después en nuestro camino, encontrándonos, a veces, con un río que no podemos cruzar y otras con un trampolín que nos impulsa hacia delante. Estos momentos y, en general, todos los que nos han sacado una sonrisa, una lágrima o incluso ambas cosas, también quedan grabados en nuestra mente con quién los vivimos.Si volviera a conocerte, volverías a gustarme indudablemente.
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